tag:blogger.com,1999:blog-6155427493369921572024-02-19T02:57:08.726-06:00Pk'sin statu nascendiPk'shttp://www.blogger.com/profile/01955313510409811061noreply@blogger.comBlogger17125tag:blogger.com,1999:blog-615542749336992157.post-78369797301493616852008-03-26T23:20:00.002-05:002008-03-26T23:28:00.909-05:00Un mes y 24 años<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'trebuchet ms';">Hace un mes fue mi cumpleaños. Cumplí 24.</span><div><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'trebuchet ms';">Muchas cosas cambiaron, si no ese día, esa semana. O por lo menos en la cercanía temporal de esos días. Es curioso cómo se alinearon ahí las cosas.</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'trebuchet ms';"><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'trebuchet ms';">El cambio más notable y obvio es el de mi nueva residencia. Pasé de vivir en mi propio departamento suburbano con reja, acceso a gimnasio y alberca, y balcón, a compartir una casita de 1920 con dos NIenses que, al momento de mudarme, me eran desconocidos. Ah! Y la casa es downtown, lo cuál tiene toda clase de beneficios. Lo cierto es que me encanta vivir aquí y, memoria selectiva siempre en proceso, lo he asimilado como parte de mi vida de forma tal que apenas ayer me acordaba que solía vivir en otro lado y de otra forma.</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'trebuchet ms';"><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'trebuchet ms';">Varias otras cosas cambiaron, pero los cambios suceden todo el tiempo. Lo importante fue que por esas fechas me di cuenta al fin de que dichos cambios habían sucedido. Sigo procesando algunos de ellos, ya que las variaciones del <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">status quo</span> nunca son fáciles si no se esperan.</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'trebuchet ms';"><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'trebuchet ms';">Total, lo que será será. Por ahorita, entre cambios y no-cambios, estoy feliz.</span></div>Pk'shttp://www.blogger.com/profile/01955313510409811061noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-615542749336992157.post-31449778542643559712007-12-10T23:15:00.000-06:002007-12-11T00:30:17.325-06:00Lindo y Querido, parte II<span style="font-family: trebuchet ms;">Aunque el formato de hora/evento resulta a mi parecer muy provechoso en una narrativa de este tipo, informo por este medio que </span><span style="font-family: trebuchet ms;">dicho formato impone severos requisitos sobre mi pobre memoria, y serán inevitables ocasionales imprecisiones. </span><span style="font-family: trebuchet ms;">Seguiré utilizándolo para el resto de mi historia de visitas y de viajes y de eventos y de encuentros, sólo que si en la primera parte era más o menos preciso el asunto, aquí puedo redondear horas en vez de minutos. Me conformo, por mi parte, con atinar a contar qué pasó en la mañana, qué en la tarde, y qué en la noche. Ah! y espero que el día también esté correcto. Claro que como bien podría estarme inventando todo esto, para quien no conozca la historia da lo mismo. Para quien sí la conozca, no es relevante si ustedes se saben mejor las horas que yo, sino que recordemos juntos.<br />Decía, pues, que...<br /><br /><span style="font-size:130%;">Lunes, 26 de Noviembre</span><br /><span style="color: rgb(204, 0, 0);">Cd. de México</span><br /></span><span style="font-family: trebuchet ms;">00:30 Corro a los gatos diversos del cuarto y me acuesto a dormir. Pongo mi alarma para las 5:30 am.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">5:30 Atinadamente programé una alarma que suena como trompeta militar, y eso facilita mi (algo espantado) despertar. Me lanzo rápidamente a darme un baño, rasurarme, ponerme lentes y hasta traje (porque, pues, ya lo traje, igual me lo pongo). Nótese que no me he rasurado-rasurado desde la última vez que estuve en la embajada, en febrero.<br />6:00 Apresuradamente cierro mi maleta, echo cosas aquí y allá, preparo papeles, etc., y bajo a encontrarme con Iván quien a pesar de tener una pata semi-rota, maniobra con tenebrosa destreza por las calles de la ciudad hasta depositarme sano y salvo en la parte de atrás de la embajada.<br />6:45 Me bajo del vehículo, me dirijo a la cola. Me mandan de regreso y me hacen entrar por otro lado (y a una cola más chiquita).<br />7:20 Después de que nos gritan mucho y nos checan nuestros papeles varias veces (no vayamos a hacerle a algún importante funcionario de los de allá adentro perder el tiempo con papeles incompletos o incorrectamente llenados), nos hacen pasar y dejar todos nuestros dispositivos electrónicos encargados en la entrada. Luego me dan mi numerito: 132.<br />8:20 Después de comentar con el número 131 toda la idiosincracia asociada con el proceso de obtención de visa y concluír que nomás nos encanta quejarnos pero bien que ahí estamos, paso a que me tomen huellas digitales. También me toman dos fotos (en la primera uno de mis chinos se cruzó frente a mi cara y el individuo que tomó la foto estaba preocupado de que "parece como una cicatriz") y checan y escriben cosas en una computadora. Cosas, por supuesto, que jamás me dejarán ver o saber, pero que tienen que ver conmigo.<br />8:40 Más huellas digitales, y a esperar en otro lado. Trato de insinuar a la mona que me manda a sentarme que soy H1B y soy especial, y que deberían pasarme con la gente especial a una ventanilla para ese efecto, pero no le causa mucha impresión y me manda a sentarme. La instrucción es que espere mi número.<br />9:00 Continúo mi conversación con Cientotreintaiuno, preocupado sin embargo por la casi certeza de que sí debo ser especial y que algo está mal aquí.<br />9:05 Le pregunto a una señorita diferente, que inmediatamente me manda a formarme a una cola especializada donde sólo esperan otras dos personas.<br />9:35 300 dólares después, tengo en mi mano un pequeño recibo que entrego a la gente de Pegaso. Las instrucciones son que alguien va a ir por mi visa y que ahí la guarden. No me dejan sacar mi celular para ver el teléfono del Tío y dejarlo como punto de contacto, así que dejo mi teléfono de Cancún. Por el servicio de <span style="font-style: italic;">no</span> mandar mi pasaporte me cobran 55 pesos.<br />9:50 Le llamo rápidamente a Iván pa' que me saque de ahí. He cumplido mi misión, y ya no me quedan pendientes en la Ciudad. Pasamos a sacar una copia de mi credencial de elector, anexo el taloncito de Pegaso y firmo ambas cosas.<br />10:20 Llego a la Central Camionera del Norte. Compro un boleto a Tequisquiapan, me siento con mis mil mugres a esperar el momento de abordar.<br />10:50 Como tamales, uno chiapaneco y uno de dulce. No se me quita mucho el hambre, pero esas cosas saben buenas.<br />11:15 Abordo el autobús.<br /><br /><span style="color: rgb(204, 0, 0);">Tequisquiapan, Querétaro</span><br />14:00 Llego a la pequeñísima estación de autobuses de Tequis. Tomo un taxi a casa de los Opas.<br />14:30 Este es otro de mis múltiples hogares. Ubico mis cosas adecuadamente, me doy un baño, y espero a que regresen los golfistas.<br />15:30 Buena comida, buen vino, conversaciones en Alemán, porque está mi tía Uschi de visita desde Frankfurt. Por cierto que para este punto mi malestar estomacal ya está más que olvidado.<br />23:00 Me voy a dormir.<br /><br /><span style="color: rgb(0, 0, 0);font-size:130%;" >Martes, 27 de Noviembre</span><br /><span style="color: rgb(204, 0, 0);">Tequisquiapan, Querétaro</span><br />8:30 Me levanto más tarde de lo esperado. Me apuro a desayunar, bañarme, etc. Para ahorita ya me di cuenta de que dejé unos zapatos en Cancún y mis múltiples artículos de baño en casa del Tío. Informo de esto a las autoridades correspondientes.<br />9:30 Echo mis cosas a la cajuela y salgo rumbo a Querétaro.<br />9:50 Espero a que termine de pasar lo que parece ser un tren infinito antes de poder proseguir por la carretera.<br />10:10 Espero a que termine de pasar un <span style="font-style: italic;">segundo</span> tren infinito, antes de poder proseguir por la carretera. He recorrido ese camino varias veces. Realmente pocas me ha tocado tren. <span style="font-style: italic;">Nunca</span> me habían tocado dos trenes seguidos.<br /><br /><span style="color: rgb(204, 0, 0);">Santiago de Querétaro, Querétaro</span><br />10:40 Llego al Tec. Entro identificado como Exatec y me estaciono como si fuera un día cualquiera y yo fuera a clases. Sensación por demás extraña.<br />10:45 Estoy frente a la oficina del renombradísimo Dr. Rick L. Swenson, con quien quedé de verme a las 10. Él no está ahí.<br />10:50 Me encuentro con que Rick va saliendo de administrar un examen final. Lo acompaño al banco a hacer alguna operación de esas que requieren de un banco, y platícole de mi vida y trabajo en Austin. Comentamos las tendencias de la nueva carrera, la calidad de los actuales estudiantes, y las cosas que considero me han resultado más valiosas de lo que él nos enseñó, tanto para realizar mi chamba como para conseguirla en primer lugar.<br />12:15 Me encuentro con Fer en la cyber. Vamos por un café.<br />14:00 Pasamos a Gandhi. En un arrebato de locura, compro como dos kilos de libros. Quizá más, no soy muy bueno pa' pesar.<br />15:00 Vamos a comer, luego por otro café.<br />18:00 Vamos a casa de Chava y Beto, no hay nadie. Vamos a casa de Perla, que ahí está. Platicamos brevemente, le informo de mi firme intención de tomarme una Michelada, y de festejar mi única noche de estancia en Querétaro. Convenimos horas y lugares para los festejos, ella se encarga de hacer llamadas.<br />19:00 Vamos a casa de Fer, dejamos su coche. Vamos a Galerías, a ver si me compro algo. Quien insista en la necedad de ir de shopping en México viviendo en E.U. claramente cae en una necedad aún mayor. Aunque, si les sirve de consuelo, no compré nada. Luego a Wal-mart para comprar cosas que sí necesito, habiéndolas dejado con el Tío: cepillo de dientes, desodorante, rastrillo rasurador, etc.<br />20:30 Dejo a Fer en su casa.<br />21:30 Va llegando gente a casa de Beto y Chava. Muchos abrazos, mucha felicidad. Es como si nunca me hubiera ido, sólo que la gente está curiosamente feliz de verme.<br />22:00 Micheladas, conversación muy amena. Historias de sudamérica, de las playas de México, de Austin. Invitaciones recurrentes en ambas direcciones de la frontera.<br />23:30 De vuelta en el depa, armados con tequila. En algún punto el tequila fue insuficiente y se abrieron unas botellas de la reserva especial de Charanda de los Morelienses que son hoy mis anfitriones.<br /><br /><span style="font-size:130%;">Miércoles, 28 de Noviembre.</span><br /><span style="color: rgb(204, 0, 0);">Santiago de Querétaro, Querétaro</span><br />6:30 Ya se fueron todos y por fin convenzo a Chava de que me deje dormir. Duermo.<br />9:30 Para mi maldita suerte, despierto. Estoy cansado, pero no logro obligarme a volver al sueño.<br />9:50 Descubro que Beto ya se fue a trabajar, apaño su cama. Duermo.<br />11:30 Me baño, hago llamadas para organizar un desayuno de Tortas ahogadas. Nadie está muy exhilarado que digamos de estar despiertos a tan temprana hora, pero se acepta la moción. Chava es particularmente difícil de levantar.<br />12:30 Por fin nos dirigimos a las tortas ahogadas. Las acompañamos de un Michelada aún mejor que la de anoche.<br />14:00 Chava tiene entrega de algún proyecto inconcluso al rato, así que se dirige a trabajar. Yo me dirijo a su depa a dormir una siesta.<br />16:00 Regreso al Tec a despedirme de Chava y Perla.<br />17:00 Me despido de Fer. Intento llamarle a Javier desde su casa, pero tiene desactivado el servicio de celular, sobre todo larga distancia. Llamo de mi celular, con miedo a que se me acabe el crédito.<br />18:00 Parto hacia León, Gto., armado con mi Ipod y una coca.<br /><br /><span style="color: rgb(204, 0, 0);">León, Guanajuato</span><br />20:00 Cruzo el Arco del Milenio, indicador de que he llegado a mi ciudad-destino. Le marco a Javier, recibo instrucciones precisas de en qué gasolinería encontrarlo. Alcanza el crédito sólo para concluír que debe tomarme 20 min llegar ahí después de que haya atravesado todo León.<br />20:20 Llego a la gasolinería, veo a Javier. La indicación es que deje mi coche ahí en el Oxxo y me suba a una camioneta que viene acercándose con Lalo "El Flaco". Nos subimos a la camioneta y partimos hacia el aeropuerto, por donde pasé yo hace como 40 minutos.<br />21:00 Estamos en el aeropuerto, esperando a los Sierra y a los Mueller.<br />22:30 Vamos llegando al hotel donde la familia de Xavier ha de pasar la noche.<br />23:30 Comemos tacos al frío aire libre. Yo dejé mi sueter en el coche. La compañía es sumamente agradable.<br /><br /><span style="font-size:130%;">Jueves, 29 de Noviembre</span><br /><span style="color: rgb(204, 0, 0);">León, Guanajuato</span><br />00:30 Bebemos tequila en el depa de Javier, en plan tranquilo, El Flaco, Xavier y yo.<br />2:00 El Flaco se retira a su hogar, nos quedamos platicando.<br />4:00 Duermo.<br /><br />Y en otra ocasión narraré de mis emocionantes aventuras en León y de lo que sucedió después de eso. Ahorita son las 00:23 del Martes, 11 de Diciembre, y toca escribir en mi propia historia algo así como: "Duermo".<br /></span>Pk'shttp://www.blogger.com/profile/01955313510409811061noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-615542749336992157.post-25096904067674547982007-12-05T23:42:00.000-06:002007-12-06T00:47:45.475-06:00Lindo y Querido, parte I<span style="font-family:trebuchet ms;">Pues fui a México. Tantísima planeación no se puede decir que haya habido, pero la verdad no me puedo imaginar que hubiese podido haber salido mejor todo el asunto. Fue un magno e incansable recorrido por lugares que están atascados a tope de recuerdos y que, al mismo tiempo, se conservan extrañamente inalterables. Estar en todos ellos me resultó perfectamente normal, totalmente esperado. Me sentí en casa en todos lados, todo el tiempo. Como si no me hubiera ido, o como si no me fuera a regresar.<br /><br />Total, como me encanta platicar la proeza de viaje que me aventé, ahí les va el resumen ejecutivo en forma de magna lista:<br /><br /><span style="font-size:130%;">Jueves, 22 de Noviembre:</span><br /><span style="color: rgb(204, 0, 0);">Austin, TX.</span><br />10:00 Me levanto con la firme intención de ir a comprar una camisa y una corbata, además de un par de encargos para la familia.<br />11:00 Paso por Marco, quien se ofreció a acompañarme ya que siempre es un buen día para ir de shopping.<br />11:20 Nos damos cuenta de que hoy <span style="font-style: italic;">no</span> es un buen día para ir de shopping, ya que es Thanksgiving, y todo está cerrado. Excepto por los idiotas que ya están formados en espera de la apertura de Best Buy mañana por la mañana (esperan encontrar grandes ofertas, por eso acampan un día entero), no hay nadie en la calle. Hace <span style="font-weight: bold;">mucho</span> frío.<br />12:30 Un Starbucks sí está abierto! Nos tomamos un café por no dejar.<br />12:50 Marco me presta una corbata, ya sólo me falta una camisa.<br />13:00 Estoy en mi casa, guardando las últimas mugres que me voy encontrando por ahí. Espero a Daniel, quien me va a llevar al aeropuerto y prometió pasar por mí a la 1 pm (ahorita en el tiempo del relato).<br />13:30 Le marco a Daniel a su casa. Me contesta que "ahí va". Se hacen unos 20 minutos de su casa para acá.<br />13:50 Partimos de mi hogar hacia el aeropuerto. Olvido mi celular de México en la casa.<br />15:30 Abordo un avión de Aeroméxico/Aeroliteral. Es un Embraer, olvido el modelo. Por tamaño y distribución asemeja un ETN, sólo que más incómodo.<br />16:05 Una señora, sentada atrás y a la derecha de mí, tiene a bien abrir la mamila de su bebé, con la funesta consecuencia de que dicho recipiente explota salpicando a toda la fila 5 (el que escribe, una joven del DF y su marido gringo que conoció en internet) con leche de bebé, y alcanzando a mojar el techo de la cabina.<br /><br /><span style="color: rgb(204, 0, 0);">Ciudad de México</span><br />17:30 Llego a la Ciudad de los Palacios.<br />19:40 Muerto de aburrición, procedo a limpiar cuidadosamente las manchas de leche de mi abrigo. Requiere de destreza en el uso de las toallas desechables del baño y un grifo de agua algo impertinente.<br />21:30 Abordo un avión de tamaño normal, de Aeroméxico, con destino a Cancún. Nótese la espera de 4 horas entre vuelo y vuelo.<br /><br /><span style="color: rgb(204, 0, 0);">Cancún, Q. Roo</span><br />11:30 Aspiro el deliciosamente sofocante aire cancunense. Humedad y calor, pura vida.<br />11:45 Abrazo al Perrín, nos dirigimos hacia casita.<br /><br /><span style="font-size:130%;">Viernes, 23 de Noviembre.<br /></span></span><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="color: rgb(204, 0, 0);">Cancún, Q. Roo</span></span><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">00:10 Hogar, dulce hogar. No mucho ha cambiado, y eso nada más lo hace más bello. Me encuentro con la Madre y mi papá lentamente surge de donde ya estaba dormido. Platicamos.<br />1:20 Me acuesto a dormir en mi cama. 14 años dormí ahí, y después de 5 años de no ser mi residencia oficial, sigue siendo mi camita. Mi cuarto no cambia mucho, tampoco.<br />11:00 Desayunamos deliciosamente, con molito y todo.<br />12:00 Nos dirigimos a la búsqueda de la dichosa camisa, a pasear por Cancún, y en general nomás a convivir. Puntos visitados: La Plaza, La Isla, Kukulcán, la playa ahí enfrente de Kukulcán de cuyo nombre nunca me acuerdo.<br />18:00 Mike insiste en tomar la ruta larga para salir de la zona hotelera dado el tráfico infernal.<br />18:30 Vamos entrando al centro, exactamente siguiendo la predicción del Chófer-Perrín.<br />18:45 Sushi-algo, antes Sushi-Ken. Se tardan bastante en servirnos.<br />19:30 Vamos llegando a casa. Traemos con nosotros a un viejo conocido que se va a encargar de peluquearnos.<br />21:00 Ya nos cortaron el pelo. A pesar de que comimos hace dos horas, vamos a cenar.<br />21:20 Rolandi's (para quien no sea cancunese o no haya estado ahí, no es broma, así se llama el lugar). Carpaccio de pescado, Calzone de langosta, helado de coco con Kahlúa, vinito. No se diga más.<br />22:30 Café Andrade. Esperando a que el Negro, que nos citó a las 10 "pero en punto, caón!" arrive para entrar a Dubai, antes Canta Bar.<br />23:15 Cantabar. No se diga más.<br /><br /><span style="font-size:130%;">Sábado, 24 de Noviembre.</span><br /></span><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="color: rgb(204, 0, 0);">Cancún, Q. Roo</span></span><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">4:30 Quedo muy formalmente de ir a desayunar con el Negro. "Pero temprano, caón! A las 9 paso por tí!, sólo que márcame al 20 para las 9 pa' checar que esté despierto".<br />8:00 Me estoy bañando, pa' no fallar al tiempo establecido por el licenciado.<br />8:30 Me encuentro con mi somnoliento padre, muy sorprendido de que esté despierto y bañado </span><span style="font-family:trebuchet ms;">(él de que yo esté despierto, no al revés).<br />8:40 Después de que es la 5a vez que llamo y suena hasta que entra la grabadora: "Qué pedo, caón, déjame dormir otra hora, por favor". -"Nel, dijiste a las 9! Ya me paré, ya estoy bañado, y listo, pasa por mí!". -"Uta, media hora!" -"Te marco en media hora".<br />9:10 "Ya voy por tí [mascullaciones diversas, seguramente con intención ofensiva pero ininteligibles]".<br />9:50 La Tabasqueña, en el Mercado 23. Huevos con chorizo, café, jugo de naranja, plato de fruta, pan, tortillas, mermelada. Platica sumamente amena.<br />11:30 De vuelta en casa, plática amena con mis padres.<br />14:00 Flamingos: Ceviche y paella. Olvidé mencionar un severo malestar estomacal que empezó ayer entre el sushi y el calzone, cuyo efecto principal es que pierdo bastante de mi apetito y la comida me desagrada un poco. Me obligo a comerme la paella.<br />17:00 Vomito la paella. Me siento mucho mejor.<br />20:00 Cambalache: Vino, ensalada, lomo de res, pan, los cuatro Ortega-Pohlenz en perfecta harmonía. Excepto que casi no como, para gran dolor de mi alma, que no entiende por qué las imperfecciones del cuerpo han de privarla de tan excelentes manjares.<br />22:00 Cancelo mis planes, previamente oscilantes entre Daddy y Bull. Realmente me siento así de mal.<br /><span style="font-size:130%;"><br />Domingo, 25 de Noviembre<br /></span></span><span style="font-family:trebuchet ms;"><span style="color: rgb(204, 0, 0);">Cancún, Q. Roo</span></span><br /><span style="font-family:trebuchet ms;">11:00 Pozole, porque no hay nada que no cure el pozole y porque ese pozole es mítico y milenario.<br />12:30 Nos dirigimos a Isla blanca, a volar papalotes y disfrutar del sol y el mar.<br />15:30 De regreso en casita, detalles de la maleta.<br />16:30 Al aeropuerto, mi papá no encuentra su reloj y está como loco, así que me despido de él en la casa y me voy con la Madre. A él no le gustan las despedidas. A mí tampoco mucho que digamos.<br />17:30 Me despido de mi madre, entro a la sala.<br />18:00 Me como el hot-dog mas caro de toda mi existencia. Y he comido algunos hot-dogs bastante caros, en mis tiempos.<br />18:30 Abordo otro avión de Aeroméxico. No tardo en dormirme.<br /><br /><span style="color: rgb(204, 0, 0);">Ciudad de México</span><br />20:45 Aterrizamos en el aeropuerto Benito Juarez, pero bien podría haber sido en un aeropuerto de alguna ciudad vecina, desde esta esquina no se alcanza a ver nada de aeropuerto, sólo pistas infinitas, rodeadas por casas y más casas, ciudad y más ciudad.<br />21:30 Llegamos a la terminal. Nótese los 45 min. de tránsito avión-terminal. Aparentemente, en la Ciudad hay tráfico no sólo en las calles, sino también en las estúpidas pistas del aeropuerto.<br />22:00 Llegan las maletas. Nótense la hora con 15 minutos de tránsito maletero avión-terminal.<br />22:10 Me encuentro con Ernesto. Nos cruzamos, sin reconocernos, nos buscamos mutuamente (él me espera desde hace una hora). Nos volvemos a cruzar, me reconoce, me pregunta si soy yo nomás pa' checar, y me da la impresión de que sí es él.<br />23:20 Llegamos a Tepepan. Los primos están dormidos. Platico con el tío.<br />12:30 Corro a los gatos diversos del cuarto y me acuesto a dormir. Pongo mi alarma para las 5:30 am.<br /><br /><span style="font-size:130%;">Lunes, 26 de Noviembre...</span><br /><br />Constituye otra semana, y como tal, lo platicaré en otra ocasión. Y no, ya no seguí con el relato del ACL, pero no involucra muchísimo más que pachanga y alcohol, pancakes, y un outlet, y si me sigo con ese, nunca iba a empezar a narrar este otro!<br /></span>Pk'shttp://www.blogger.com/profile/01955313510409811061noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-615542749336992157.post-46476185049242453532007-10-29T21:38:00.000-05:002007-10-29T22:54:06.090-05:00Del ACL<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-8fuObQj2hB-8V7WNE9aOfQZjRRfT0xDnKUKLma3Am2IXZYPmhFMTuuC8rzFNlpDVsxJK9kM7WYmnTjxMN_6Wz-Cj7Zs70Anjg_qKm4EdZbWbebc1yxZzcqanOb8lXLNJ1cIS2USa9zxJ/s1600-h/acl_logo.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 240px; height: 240px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-8fuObQj2hB-8V7WNE9aOfQZjRRfT0xDnKUKLma3Am2IXZYPmhFMTuuC8rzFNlpDVsxJK9kM7WYmnTjxMN_6Wz-Cj7Zs70Anjg_qKm4EdZbWbebc1yxZzcqanOb8lXLNJ1cIS2USa9zxJ/s320/acl_logo.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5126971495970615442" border="0" /></a><span style="font-family:trebuchet ms;">Va <span style="font-weight: bold;">más de un mes</span>, y la verdad no quería dejar pasar la oportunidad de escribir al respecto. No será la primera vez que empiece a escribir al respecto, pero espero esta vez no desesperarme y borrar todo mi trabajo <span style="font-weight: bold;">a medio camino</span>.<br /><br />Vino a ocurrir que tras ciertas <span style="font-weight: bold;">comunicaciones </span>messengerísticas, de las cuales me mantuve por experiencia bastante <span style="font-weight: bold;">incrédulo</span>, apareció repentinamente dinero en mi cuenta de banco, destinado a adquirir boletos para el muy famoso <a style="font-weight: bold;" href="http://www.aclfestival.com/default.aspx">Austin City Limits</a>. Total que no se volvió a hablar mucho del asunto y pasaron los días y las semanas.<br /><br />Se sabe que el <span style="font-weight: bold;">mexicano </span>no es muy dado a planeaciones complicadas y cuidadosas -que nomás hacen más complicadas y cuidadosas las actividades, cosa <span style="font-weight: bold;">poco deseable</span>-, pero me pareció un poco excesivo que a un par de días del evento yo todavía no sabía ni siquiera si quienes pronto serían mis visitas estaban <span style="font-weight: bold;">conscientes </span>de que tenían que llegar a Austin un jueves, o por lo menos estar en camino para entonces. El mail que recibí el miércoles en la noche decía como en 4 líneas que los regios en cuestión pensaban lanzarse a la carretera el <span style="font-weight: bold;">jueves </span>por la noche, llegar en la madrugada directo a mi casa, y estar a tiro pa' la <span style="font-weight: bold;">parranda </span>al mediodía. Si bien es un plan perfectamente razonable, me descubrí a mí mismo pensando que era algo <span style="font-weight: bold;">un poco</span> atrabancado. Eso da <span style="font-weight: bold;">miedo</span>, porque me hace sentir que me voy haciendo viejo. :¬)<br /><br />Siendo las 8 de la mañana del viernes me cansé de esperar a quienes prometieron llegar a las 5. Tomé la llave extra de mi departamento y la <span style="font-weight: bold;">pegué </span>con cinta en un lugar poco conspícuo, escribí breves instrucciones acerca de cómo comunicarse conmigo y me fui a trabajar después de haber pegado dichas instrucciones en mi puerta. El <span style="font-weight: bold;">razonamiento </span>era que mis visitas iban a llegar tarde y cansados, además de que no había nada muy mencionable que ver en las <span style="font-weight: bold;">primeras horas</span> del festival. Mi plan era ahorrarme por lo menos medio día de las vacaciones que ya había pedido para dicha ocasión, y al final resultó bastante bien porque me dejaron conservar mi día completo.<br /><br />9:40 se oyó un inconfundible acento <span style="font-weight: bold;">norteño </span>en mi celular, y a los pocos minutos el buen Kenji y tres personas para mí desconocidas se empezaron a acomodar en mi humilde hogar. Yo prometí llegar como al medio día, pa' nomás <span style="font-weight: bold;">recogerlos e irnos</span>. Claro que "nomás recogerlos e irnos" se convirtió en que prepararon una deliciosa comida, comimos hasta hartarnos, y sacamos unos <span style="font-weight: bold;">tequilas </span>y vino en "preparación" para un evento que llevaba mucho rato de haber empezado sin nosotros. Ya nos íbamos cuando alguien decidió que iba a bañarse todavía. Y, pues, así nos la llevamos. Para mi horror, y pa' hacer el cuento corto, eran casi las 5 cuando llegamos a <span style="font-weight: bold;">Zilker Park</span> a gozar de las festividades. Estuvimos como loquitos corriendo de un lado a otro para tratar de llenar el horario de rigor: vi en la lejanía a <span style="font-weight: bold;">Joss Stone </span>despedirse del público al que tantas ganas tenía yo de unirme. Corrimos a ver un poco de Queens of the Stone Age, nos perdimos un rato. Se hizo de noche y empezó <span style="font-weight: bold;">Gotan Project</span>. Luego Björk, que es un viaje, y de la cuál acabamos rajándonos para tratar de alcanzar todavía las últimas dos rolas de <span style="font-weight: bold;">The Killers</span>. Entre la <span style="font-weight: bold;">masa </span>de gente y los ires y venires propios de tal evento, hubo perdidos, mala comunicación, y largas esperas. Salir de ahí resultó aún más difícil de lo que había sido entrar. Y si estoy sonando algo negativo es porque quiero hacer un punto muy claro: me la pasé <span style="font-weight: bold;">de pocamadre</span>!<br /><br />Ya luego narraré la continuación.<br /></span>Pk'shttp://www.blogger.com/profile/01955313510409811061noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-615542749336992157.post-82453290234593556072007-10-03T23:39:00.001-05:002007-10-29T22:55:52.470-05:00La Borra del Café<span style="font-family:trebuchet ms;">Jamás hubiese sabido, si no fuese por <span style="font-weight: bold;">Mario Benedetti</span>, que a eso que le queda a la taza cuando ya te tomaste el café se llama "la borra del café". Por lo menos en Uruguay. Si lo dejas un par de días -como algunas de mis tazas- se vuelve duro, y dependiendo de qué tan negro haya sido tu café también algo difícil de lavar.<br /><br />Total. Resulta que si alguien que sabe le echa el ojo a la dichosa borra de tu café, puede <span style="font-weight: bold;">predecir </span>cosas interesantes sobre tu futuro, como encuentros fortuitos pero románticos a la sombra de un árbol que, en mi mente, se ve como esos árboles clásicos de las fotos de la sabana africana (con el sol poniéndose atrás). Vagamente recuerdo eso, y la verdad no me queda bien claro de qué iba el libro, porque no es como que el héroe de la historia haya ido por ahí buscando quién le podía decir algo nuevo de su futuro. O sí? No sé. Lo que sí sé es que el libro me causó una impresión muy fuerte por un único y <span style="font-weight: bold;">muy importante</span> detalle. La romántica <span style="font-weight: bold;">obsesión </span>de un beso en la comisura de los labios. Es un tema recurrente del libro y aunque es lo único que conservo en la memoria de la obra me bastó para más de una vez recomendar a gente que lo leyera.<br /><br />Un beso en la comisura de los labios es valioso por muchas cosas. Representa atrevimiento, porque <span style="font-weight: bold;">no </span>le vas a dar un beso ahí a alguien a quien <span style="font-weight: bold;">no </span>le darías un beso en mitad de la boca. Es al mismo tiempo un poco tramposo, porque <span style="font-weight: bold;">técnicamente </span>no es un beso-beso. Tienes que darlo con mucho cuidado y premeditación: no puedes "robar" un beso en la comisura de los labios porque no le vas a atinar. <span style="font-weight: bold;">Peor aún</span>: si le atinas se va a interpretar como que o no le atinaste a la boca o no le atinaste al cachete. Tiene que darse despacito, pues, pa' que se sepa que sí, en efecto, esa era tu intención dar un beso ahí y no en otro lado, y si por favor sería la otra persona tan amable como para decidir que es a la vez <span style="font-weight: bold;">extraño y encantador</span>.<br />Claro que, si no resulta que la otra persona lee libros y se fija en los detalles exóticos mientras desecha en su mente el resto de la trama, lo más seguro es que nunca se logre el efecto que el dador-de-besos-en-la-comisura-de-los-labios en cuestión tenía la intención de transmitir.<br />Un beso de <span style="font-weight: bold;">soñadores</span>, lo llamaría yo. Si bien mis sueños son demasiado vagos e incluso poco originales como para clasificarme con tan augusto grupo de gente, conservo la memoria de cortísimo plazo y la <span style="font-weight: bold;">mente dispersa</span> que tan seguido los identifica. Así que muy seguido me encuentro deseando ser un soñador de a deveras, y no nada más un individuo atolondrado.<br /><br />Vi una película hoy (se sabrá en un segundo por qué viene al tema) que siempre me ha gustado. Creo que me gusta más porque porque me recordó que hace 8 años que estuve por <span style="font-weight: bold;">Paris </span>y porque me gusta cómo suena el francés particular que hablan ahí (ahí en la película, no sabría distinguir el francés de Paris), pero eso no viene al caso. Lo que sí viene al caso es que el <span style="font-weight: bold;">climax </span>incluye la insistencia poco ortodoxa en los besos en la comisura de los labios.<br /><br />¿Se habrán puesto de acuerdo?<br /></span>Pk'shttp://www.blogger.com/profile/01955313510409811061noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-615542749336992157.post-783530736039449772007-09-25T00:17:00.000-05:002007-09-25T00:41:58.094-05:00El Chef-Pinche<span style="font-family: trebuchet ms;">Hoy cociné!<br /><br />Tengo el recuerdo de ocasionalmente voluntariar nuestra cocina para organizar una cena, en <span style="font-weight: bold;">Karlsruhe</span>. Y en esos casos definitivamente cocinaba, a veces muy proactivamente y otras casi de puro mirón. También sé de cierto que estando en <span style="font-weight: bold;">Potrero </span>todas las noches me apuntaba yo como el pinche # 1 del buen Leo, conocedor de profundos secretos gastronómicos. Sé que en mi casa en <span style="font-weight: bold;">Cancún </span>y en mi casa postiza en <span style="font-weight: bold;">Querétaro </span>jamás ayudé a cocinar. O, por lo menos en ninguna medida que valga la pena mencionar. Aunque me gustaba hacer galletitas. Ah! y cómo olvidar la playa perdida a la que íbamos a dar en esos memorabilísimos <span style="font-weight: bold;">campamentos</span>. Ahí la comida era muy sencilla, pero abundantísima, y siempre estuve puesto pa' echarle la mano a nuestro honorable y autonombrado (¿quién demonios lo iba a retar? ¡qué pereza arriar haraganes!) líder para cocinar las 4-5 veces al día que comíamos.<br /><br />El punto que quiero decorar con tantas ocasiones dignas de remembranza es que no soy 100% anti-cocina. O algo así. Prefiero ayudar que cargar con la iniciativa, eso definitivamente sí, pero es bastante disfrutable preparar comida.<br /><br />Dicho lo cuál, puedo contar con los dedos de una mano los días en que me he preparado una comida de a deveras a mí mismo desde que llegué a <span style="font-weight: bold;">Austin</span>. Hoy fue uno de ellos. Me encontré en el vasto internet unas recetas que prometían buena (y fácil) comida en 15 minutos, y me tardé unos 45 en preparar una de ellas. </span><span style="font-family: trebuchet ms;">Y, nuevamente, sentí una particular satisfacción en la preparación de mis alimentos. No tanto en la degustación, pero eso viene con la práctica. Siempre está el incentivo de que es más barato comer en casa que fuera... aunque como aquí abro una botellita de vino ya se desbalancean las cuentas inmediatamente. Pero, bueno, me quedó comida suficiente pa' mi lunch de mañana.<br /><br />Creo que lo que más trabajo me cuesta, entonces, es empezar las cosas. Y eso, pa' quienes me conozcan, se puede generalizar a muchísimas cosas que hago. Una vez empezado, la pura inercia te lleva por caminos inesperados y <span style="font-style: italic;">altamente satisfactorios</span>. Y es lo mismo pa' levantar el trapo que ha de conllevar una limipieza exhaustiva de mi pequeño depto como para abrir el closet y sacar la bici, y ahorita que lo pienso y me autopsicoanalizo, es lo mismo levantarse por la mañana: <span style="font-style: italic;">salir de la cama</span>, bañarse, ir a trabajar. ¡Es lo mismo! Sí sé hacer las cosas bien, ¡nomás no sé muy bien empezar a hacerlas!<br /><br />Es como <span style="font-style: italic;">venir, y escribir</span> en este espacio. Aunque creo que ahí sí funciona diferente. Pienso cosas que querría escribir, planeo historias, compongo explicaciones y situaciones, me siento, escribo algo que no suena como lo planeé y acabo borrando todo.<br /><br />Tengo que empezar a dejar de <span style="font-style: italic;">autocensurarme</span>. ¡Oh, eso podría aplicar a tantísimas cosas! Pero lo que realmente quisiera, es <span style="font-style: italic;">empezar a empezar</span>.<br /><span style="font-size:85%;"><br />O por lo menos empezar a continuar con lo que ya empecé.</span><br /></span>Pk'shttp://www.blogger.com/profile/01955313510409811061noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-615542749336992157.post-91024010563630048592007-08-20T06:43:00.000-05:002007-08-20T06:44:32.609-05:00Ya se fué el Perrín!<span style="font-family: trebuchet ms;">:¬(</span>Pk'shttp://www.blogger.com/profile/01955313510409811061noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-615542749336992157.post-26385785141515580012007-08-13T00:01:00.000-05:002007-08-13T00:14:29.616-05:00Bourne<span style="font-family: trebuchet ms;">Vuelvo del cine.<br /><br />Curiosamente, la película no me impulsa a escribir por su contenido, sino más bien porque, como tantas cosas, activó mi memoria en una forma más bien peculiar.<br />Esta es la primera película de la trilogía de Jason Bourne que veo en el cine. La primera de ellas la ví en León, Gto., comiendo una pizza crunchy de Domino's. No logro acordarme bien si era una especie de lunch-break en medio de uno de esos momentos en que realmente estabamos siendo productivos con el asunto de Didacticromos, o si nomás era la comida de un sábado o domingo dedicado primordialmente a la pereza.<br /><br />Creo que era lo primero.<br /><br />En todo caso, me acordé de esa casa, con todas sus ramificaciones. Didacticromos, 15 de septiembre/Guanajuato (dos veces), un par de antros, boxeo, una historia en particular que se cortaba y luego empezaba de nuevo. El Arco del Milenio y la larga entrada al club La Hacienda.<br /><br />Cómo saber de qué nos vamos a acordar mañana?<br /></span>Pk'shttp://www.blogger.com/profile/01955313510409811061noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-615542749336992157.post-54999244529648827592007-08-11T00:17:00.000-05:002007-08-11T00:23:48.087-05:00Bicla<span style="font-family: trebuchet ms;">Ya usé mi bici para aquello para lo que la compré! Yei! Hurra por mí!<br />Lo más curioso es que creí que tendría que recorrer grandes distancias para llegar a algún lugar decente pa' pedalear (vease: la hora de sierra que nos echábamos en Querétaro), y la neta es que no. No fuimos, ni mucho menos, a la Mecca de la pedaleada, pero estaba muy decente, y es un "parque" que queda más cerca que algunos lugares a los que a veces me voy a comer durante el lunch! Sin tráfico son como 7 minutos de mi casa pa'llá, fácil. Impresionante, además, que haya un parque así literalmente enmedio de la ciudad.<br />Total, me sentí muy contento de haber ido, de hacer circular tantito la sangre. Preveo que mañana no me voy a poder sentar, pero igual y me aferro y (si me paro) voy mañana también. Si no es mucho el dolor.<br />También me inscribí a la liga de tennis!<br />Ja! todo un deportista, yo...<br /></span>Pk'shttp://www.blogger.com/profile/01955313510409811061noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-615542749336992157.post-84308440241525990432007-08-10T00:40:00.000-05:002007-08-10T01:07:49.836-05:00En la carretera.<span style="font-family:trebuchet ms;">La vida -me resulta evidente por momentos y luego como que se me olvida temporalmente- tiene un sabor más fresco que dulzón. Termino de ver la tercera parte de El Padrino, culminando el maratón trilogístico que tuvo que suspenderse días antes por razones de trabajo (y porque me quedé dormido exactamente dos minutos antes del final de la segunda), y después de una parada breve, manejo a casa.<br />Basta una canción alegre de ese pobre iPod que parece no tener la más remota idea de mis preferencias para hacerme bajar las ventanas y sonreirle al viento de la noche. Siempre que hago eso (abrir la ventana para sonreírle al viento de la noche, quizá sacar la mano y jugar -como los niños- con el viento causado por la velocidad del carro, escuchar una canción alegre) me pongo de buenas. O tal vez hacerlo es simplemente un síntoma de mi estatus de buenas. No sé, pero recuerdo que a veces, a punto de llegar a mi casa en el 117 de Paseo Constitución (cuándo en mi vida cancunense habría imaginado yo que iba a vivir en un lugar con ese nombre?), daba yo vuelta a la derecha en lugar de a la izquierda, y tomaba el camino largo. El camino largo siendo, claro, los 15-20 km que tiene de largo ese triángulo ovalado que forman Bernardo Quintana, 5 de Febrero (cumpleaños de mi papá!), y la carretera a México. Sólo se puede hacer algo así de noche, por supuesto, y me tomaba como 15 minutos dar la vuelta completa. Abría mi ventana, y la ventana de atrás, convencido de que eso creaba el flujo de aire más disfrutable, y ponía música alegre. Ni siquiera hacía falta manejar muy rápido, aunque a veces sí era recomendable agregar la calefacción porque el viento nocturno de Querétaro puede ponerse medio frío.<br />Siempre me gustó manejar, y salvo en ciertas ocasiones lo hago siempre que puedo. Estar parado en el tráfico, no, eso no es manejar. Moverse, digo, la sensación del viento, la sensación de que vas, aunque sea que vayas al mismo lugar al que ibas de por sí, por un camino más largo. En ese viento es donde a veces me acuerdo que la vida siempre tiene algo nuevo, y puede estar en moverse entre algo estático.<br />Será posible que baste con sonreír y poner buena música pa' ser feliz?<br /></span>Pk'shttp://www.blogger.com/profile/01955313510409811061noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-615542749336992157.post-34225738756671854512007-07-25T22:30:00.000-05:002007-08-10T01:08:16.195-05:00Fast forward<span style="font-family:trebuchet ms;">Quien alguna vez en el pasado haya tropezado con este blog podrá concluir que hice trampa. Escribo dos tres cosas durante un período absurdamente corto, aprieto el botoncito de delete, y se acabó el asunto. Claro, lo más curioso de todo es que desde la concepción misma del blog había yo omitido el detalle ese de informarle a alguien que existía tal cosa como un blog mío, así que no fue muy notable la subsecuente desaparición de tan pobre publicación.<br /><br />Y, ah, caray! Hoy, el blog está restablecido a su antigua gloria. Quien más me conozca tal vez no se sorprenda de saber que guardé una copia de mis desvaríos y hoy me tomé la molestia de restaurar la página a su antigua gloria. No fue difícil, creo que son 5 posts en total.<br /><br />Curiosamente, aunque había tenido anteriormente el impulso de leer mis antiguos comentarios al respecto de, vaya, mi vida, me encontré con que posiblemente el evento más grande documentado en este blog era, precisamente, el de mi viaje a Texas a la entrevista con NI. Y los comentarios al respecto cesan justo la noche anterior a mi partida, sin tocar subsecuentemente el punto de qué rayos pasó. Sentado en mi sillón en mi depa en Austin, mientras oigo como se seca la ropa que apenas ahorita saqué de la lavadora, me puedo ver a mí mismo brincando de alegría por la invitación a la entrevista, puedo verme sentado en mi escritorio en el 117 de Paseo Constitución. Pienso en la cama sobre la que reposaba el sobre con mi oferta. Y derrepente resulta que ya llevo rato aquí</span><span style="font-family:trebuchet ms;">. La vida sigue, incontrolablemente. Han pasado demasiadas cosas desde entonces como para hacer un recuento razonable. Para acabarla de amolar, todo el asunto del pasado y el presente, los recuerdos, los eventos, son un tema con el que filosofo demasiado para mi propio bien, y no se trata de escribir un libro.<br /><br />Se trata de darme a mí mismo la bienvenida a mi propio blog, y a la selecta (selectísima!) gente que lo lee, en el entendido de que más seguido vertiré una parte del enredoso contenido de mi cabeza en este, su humilde espacio.<br /></span>Pk'shttp://www.blogger.com/profile/01955313510409811061noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-615542749336992157.post-36149851796464642162006-11-29T23:37:00.000-06:002007-07-25T22:27:26.547-05:00Los desidiosos<span style="font-family: trebuchet ms;">O el ocupado. Total, siempre hay pretextos para no hacer algo, lo que sea, o para hacerlo. Los omito, los ignoro. No he escrito nada por aquí desde hace ya casi un mes, y mi post actual es como una extensión al anterior. Tengo que estar despierto en 4 horas para viajar a Texas. Por hacer me queda llenar una solicitud, estudiar y, por qué no, ir de compras. Luego dormir, si los nervios lo permiten.<br /><br />Será una noche corta. A ver cómo se porta el día.</span>Pk'shttp://www.blogger.com/profile/01955313510409811061noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-615542749336992157.post-27160400146440947022006-11-01T21:36:00.000-06:002007-07-25T22:26:28.896-05:00Me invitaron!!!<span style="font-family: trebuchet ms;">Ok, me <span style="font-size: 130%;">tiemblan</span> las manos, así que esto será corto.</span><br /><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Alguien quiere algo del gavacho? <span style="color: rgb(153, 0, 0); font-size: 130%;">Me voy</span> a Austin el <span style="font-weight: bold;">1° de diciembre</span> todo pagado, a que me entrevisten para <span style="font-weight: bold;">National Instruments</span>!!!!</span><br /><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Qué es propicio hacer cuando uno está tan emocionado???</span><span style="font-family: trebuchet ms;"><br /><br />Cuidadosamente recogeré lo que estaba haciendo y saldré a correr por el campus. Sí, eso suena adecuado.<br /><br />Y a todos los que dijeron que sí cuando yo dije que no, gracias! Ahora sí viene lo bueno!</span>Pk'shttp://www.blogger.com/profile/01955313510409811061noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-615542749336992157.post-4465834546343965782006-10-27T13:36:00.000-05:002007-07-25T22:25:38.475-05:00NI<span style="font-family: trebuchet ms;">Maneje con precaución, choro filosófico-automotivador-reflexivo las próximas líneas.<br /><br />El miércoles me fui a <span>México</span></span><span><span><span><span><span style="font-family: trebuchet ms;">. Mis dudas ocasionales de si sí o si no fueron reducidas a </span><span><span style="font-family: trebuchet ms;">tímidos gimoteos ante una enérgica y pragmática visión de alguien que </span><span><span style="font-family: trebuchet ms;">sabe mejor lo que es bueno para mí que yo mismo: </span><span style="font-style: italic; font-family: trebuchet ms;">te late, te conviene, <span>¡ve!</span></span><span><span><span><span><span style="font-family: trebuchet ms;"> ¡No hay nada que pensar! Y, pues, fui. ¡Gracias por </span><span><span style="font-family: trebuchet ms;">convencerme!</span><br /><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">El objetivo era caer en la mañana al </span><span><span style="font-family: trebuchet ms;">CCM, a un reclutamiento de </span><span><span style="font-family: trebuchet ms;">National Instruments. Hice lo que tenía que hacer, y regresé a Querétaro.</span><br /><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Y ahora, estoy </span><span style="font-style: italic; font-family: trebuchet ms;">nervioso</span><span style="font-family: trebuchet ms;">.</span><br /><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Más que nervioso, como </span><span><span style="font-family: trebuchet ms;">incómodo. Alguna vez, alguien me </span><span><span style="font-family: trebuchet ms;">acusó de siempre obtener lo que quería. Más aún, me acusó de ello con alguien más, como si fuera algo malo, y yo una mala persona por esas características. Lo cierto es que no me puedo quejar, pero también es cierto que siempre he hecho algo de </span><span><span style="font-family: trebuchet ms;">trampa. Las cosas que </span><span><span style="font-family: trebuchet ms;">realmente he querido, siempre he tenido la idea de que son alcanzables. Si se va poniendo peluda la cosa, o si desde el principio se ve pedregoso el negocio, el prospecto no me emociona </span><span><span style="font-family: trebuchet ms;">tanto. Osea, no es que siempre obtenga lo que quiero, sino que </span><span style="font-style: italic; font-family: trebuchet ms;">sólo quiero lo que sé que puedo obtener</span><span style="font-family: trebuchet ms;">. Hay, por supuesto, un </span><span><span style="font-family: trebuchet ms;">esfuerzo asociado, pero es la selección de metas lo que siempre me ha sacado adelante. A mí me ha salido muy bien, la verdad, mi vida me </span><span><span style="font-family: trebuchet ms;">encanta y no le encuentro queja. Pero niños, en general no es recomendable hacer esto en casa: si uno no toma riesgos la vida tiende a avanzar </span><span><span style="font-family: trebuchet ms;">despacito y luego la hace uno de jamón porque no cayó nada por aquí, y no nos ha llovido el maná. La cosa nomás es no ser tan </span><span><span style="font-family: trebuchet ms;">chillón y tomar riesgos controlados pero no tan controlados. Creo que esa es la teoría, pues. Finalmente, cada quién su asunto.</span><br /><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Total, en alguna forma, ir a México fue un poco un riesgo controlado. No perdía nada, no perdí nada. Pero ahora sí estoy </span><span><span style="font-family: trebuchet ms;">dudando de mí mismo. De alguna forma siento que no depende de mí si me invitan a hacer un trabajo que me encantaría en un ambiente de </span><span><span style="font-family: trebuchet ms;">crecer y </span><span><span style="font-family: trebuchet ms;">aprender como loco y aprovechando todo lo que siempre he dicho que soy una pistola haciendo. Yo hice lo que pude... y ahí siento que me faltó un </span><span><span style="font-family: trebuchet ms;">poquito. Me agarraron con la guardia baja. Es el </span><span style="font-style: italic; font-family: trebuchet ms;">ultimate test</span><span style="font-family: trebuchet ms;">... are you </span><span><span style="font-family: trebuchet ms;">good </span><span style="font-style: italic; font-family: trebuchet ms;">enough</span><span style="font-family: trebuchet ms;">?</span><br /><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Hablo con la gente, y absolutamente todo el mundo es </span><span><span style="font-family: trebuchet ms;">pródigo en sus buenas vibras y alabanzas. Pareciera que el único que tiene una duda soy yo, y a todos les agradezco </span><span><span style="font-family: trebuchet ms;">infinitamente su apoyo. Y quiero, además, creérmelo. Y estoy </span><span style="font-style: italic; font-family: trebuchet ms;">nervioso</span><span style="font-family: trebuchet ms;">!</span><br /><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Es común escuchar que se dice "traigo un proyecto entre manos, pero luego te digo, no se vaya a </span><span><span style="font-family: trebuchet ms;">cebar". El otro día escuché hablar a alguien que ha sacado su vida adelante a pesar de tenerlo más bien canijo. Vaya, una de esas historias de lucha en miniatura, con una pasión y un gusto que es hasta envidiable. Su filosofía era: cuéntale tus sueños a todo el mundo. A </span><span style="font-style: italic; font-family: trebuchet ms;">todo </span><span style="font-family: trebuchet ms;">el mundo. A tus amgios, familiares, al vecino y al </span><span><span style="font-family: trebuchet ms;">taxista. Diles qué quieres lograr y cómo quieres lograrlo. En una de esas, </span><span style="font-style: italic; font-family: trebuchet ms;">te la vas a empezar a creer</span><span style="font-family: trebuchet ms;">.</span><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Como la opción de no decir nada me suena </span><span><span style="font-family: trebuchet ms;">supersticiosa, y esta última suena </span><span><span style="font-family: trebuchet ms;">poderosa, estoy en el proceso de convencerme. Y por eso digo hoy, esto es lo que quiero. Ya si no sale (será porque no iba a salir, no porque el hecho de que yo andara de hablador trastornó de tal forma la fibra del tiempo y el espacio que a cierta persona encargada de revisar mi currículum y las notas de mi entrevista sufrió un repentino nubarrón neuronal a media lectura y entre convulsiones y salivazos tiró mis papeles a la trituradora), tengo algo </span><span><span style="font-family: trebuchet ms;">poderosísimo: hoy sé </span><span><span style="font-family: trebuchet ms;">qué quiero. Tengo una guía a seguir y tendré forma de buscar. Cambiará el cómo, pero al menos ya tengo el qué. Sigo comentándolo a la gente porque todavía tengo que llegar a la parte en que creo con todo mi ser que éste de ahorita puede ser el </span><span><span style="font-family: trebuchet ms;">bueno para mí, y yo para ellos. Si paso a la siguiente fase, voy a tener que estar convencido de eso si quiero venderle la </span><span><span style="font-family: trebuchet ms;">idea a unos gringos colmilludos cuyo único trabajo es detectar a quién le tiemblan las patas y </span><span style="font-style: italic; font-family: trebuchet ms;">quién los tiene bien puestos.</span><br /><br /><span style="font-family: trebuchet ms;">Así que le sumo </span><span><span style="font-family: trebuchet ms;">otra cuenta regresiva al futuro, y de ahí veremos. Son 8 semanas para el día de mi graduación, 6 para acabar mi carrera (que no es lo mismo), 5 para que me digan cómo me fue de </span><span><span style="font-family: trebuchet ms;">Ceneval (ese es más bien por curiosidad, pero también es algo que estoy esperando), 2 para que me hablen de NI y me digan si tengo que ir a visitarlos un fin de semana en </span><span><span style="font-family: trebuchet ms;">Austin, Texas, o si mejor programo mis díasde otra forma y busco algo más que hacer de mi futuro. En una me voy a </span><span><span style="font-family: trebuchet ms;">Monterrey, a ver a mi hermano actuar. Ese también sabe luchar por lo que realmente quiere, y me dará un gusto enorme </span><span><span style="font-family: trebuchet ms;">verlo. Hoy hay fiesta de disfraces, al ratito tengo clase. Puede uno, como se ve, vivir la vida en bloques tan grandes o pequeños como uno quiera. Yo recomiendo </span><span style="font-style: italic; font-family: trebuchet ms;">usar bloques de todos los tamaños y colores</span><span style="font-family: trebuchet ms;">, y no dejar pasar ninguno desapercibido.</span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span>Pk'shttp://www.blogger.com/profile/01955313510409811061noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-615542749336992157.post-21109899002065199182006-10-21T01:31:00.000-05:002007-07-25T22:24:42.370-05:00Golfito<p class="MsoNormal" style="font-family: trebuchet ms;"><span style="" lang="ES-MX"><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span>Ahorrémonos los comentarios y albures del título, y vayamos directo a lo pastoso del asunto.<o:p></o:p></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></p><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span> </span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span><p class="MsoNormal" style="font-family: trebuchet ms;"><span style="" lang="ES-MX"><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span>Si bien la historia, circunstancias y posibles ramificaciones del hecho están más allá de lo que aquí nos atañe, sépase que en mi reciente y brevísima estancia en Cancún mi señor padre me hizo un regalo de lo más inusual: Un par de zapatos de golf. Aparentemente, en lo que encontraba los suyos, decidió que podía comprar temporalmente unos de mi talla y usarlos. Total, al final de su búsqueda, siempre podría usar yo los zapatos. Claro, yo no juego golf, pero está el punto a favor de que los zapatos son de mi talla.<o:p></o:p></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></p><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span> </span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span><p class="MsoNormal" style="font-family: trebuchet ms;"><span style="" lang="ES-MX"><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span>Total<o:p></o:p></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></p><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span> </span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span><p class="MsoNormal" style="font-family: trebuchet ms;"><span style="" lang="ES-MX"><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span>Armado con calzado tan especializado (y tan inútil para cualquier otra actividad que no sea golf o, quizás, futbol elegante) me dije a mí mismo: Por qué no jugar golf? Y es que la lógica es intachable. En un deporte donde necesita uno zapatos, tees, bolas, un guante y un saco repleto de bastones, por no mencionar un par de hectáreas cuidadosamente cuidadas y regadas de pasto salpiconeado de uno que otro agujerito con banderita, tener los zapatos ya es ir de gane. Enter: Omaopa.<o:p></o:p></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></p><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span> </span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span><p class="MsoNormal" style="font-family: trebuchet ms;"><span style="" lang="ES-MX"><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span>Le corto al choro, porque llevo dos párrafos tratando de construir el contexto de lo que es obvio desde el título: hoy tuve mi primera clase de golf. Me ajuaré en plan “fresco-casual” y estuve puntual a la cita en Tequisquiapan. Mi instructor, curiosamente, es de la filosofía del Natural Golf, la cuál con tanta eficiencia y beneficio pregonaba Miguel en sus tiempos de pequeño eslabón en la cadena del imperio timeshareero. El Golf, en las célebres y místicas palabras del Charlie, “es como todo”. Va uno de objetivos generales (atinarle a la pelota con el bastón), a más particulares (atinarle a la parte de abajo de la pelota con el bastón). Dirán lo que quieran –quien quiera decir algo- pero me divertí. Orgullosos pueden estar padre y abuelo, repetiré la experiencia la próxima semana.<o:p></o:p></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></p><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span> </span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span><p class="MsoNormal" style="font-family: trebuchet ms;"><span style="" lang="ES-MX"><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span>El peligro, claro, es el de empezar a recibir puras insinuaciones disfrazadas de regalos, al creerse demostrada la eficiencia del método.</span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: trebuchet ms;"><span style="" lang="ES-MX"><span style="font-size: 78%;"><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span>Nota: esperaba escribir más al respecto de este evento, pero hay que tomarlo con calma. Ved, además, la hora!</span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><br /></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></p>Pk'shttp://www.blogger.com/profile/01955313510409811061noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-615542749336992157.post-15372969896300162642006-10-19T19:10:00.000-05:002007-07-25T22:23:21.251-05:00Checklist<span style="font-family: verdana;"><span style="font-family: trebuchet ms;"><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span>Checklist para graduación:<br /><br />-- Servicio Social... <span style="font-style: italic;">Hecho</span><br />-- CENEVAL... <span style="font-style: italic;">Hecho</span><br />-- Papeles, fotos, CURP, etc... <span style="font-style: italic;">Hecho</span><br />-- Firma de Título... <span style="font-style: italic;">Hecho</span><br />-- Revalidación de materias cursadas en Alemania... <span style="font-style: italic;">aunque usted no lo crea, hecho!</span><br /><br />Y así, falta nomás:<br /><br />-- 21 días de clases<br />-- 4 Exámenes finales<br />-- Foto de Generación<br />-- Comprarme una camisa y una corbata...<br /><br />Y listo! Me convierto en Exatec.<br /><br />Miedo? Sí! pero, <span style="font-weight: bold;">venga!</span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span>Pk'shttp://www.blogger.com/profile/01955313510409811061noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-615542749336992157.post-74769091317876040322006-10-12T00:06:00.000-05:002007-08-10T01:09:37.983-05:00Los ayeres<p style="font-family: trebuchet ms;font-family:trebuchet ms;" class="MsoNoSpacing" ><span style=";font-size:100%;" lang="ES-MX" ><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span>Hoy me preguntaron, con toda inocencia, si extrañaba Alemania.<o:p></o:p></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></p><span style="font-family: trebuchet ms;font-size:100%;" ><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span> </span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span><p style="font-family: trebuchet ms;font-family:trebuchet ms;" class="MsoNoSpacing" ><span style=";font-size:100%;" lang="ES-MX" ><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span>Yo no soy muy dado a contestar exactamente lo que me preguntan, y este cuestionamiento en particular me sumió en un profundo filosofar del que tan no me he repuesto, que tuve que venir a comentar públicamente al respecto. Pensé, y traté de explicar, que en primer lugar es raro el caso en que realmente extrañe uno un lugar. Uno extraña a la gente en primera instancia, y uno añora momentos que tuvieron lugar, valga la redundancia, en el lugar que decimos extrañar. Mi vida en Alemania fue de una manera y no pudo haber sido de otra. Si siguiese ahí, seguiría extrañando México, a la vez que extrañaría el Karlsruhe de meses atrás, igual que extraño Cancún pero también Querétaro, con el descubrimiento de la belleza del pasado.<o:p></o:p></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></p><span style="font-family: trebuchet ms;font-size:100%;" ><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span> </span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span><p style="font-family: trebuchet ms;font-family:trebuchet ms;" class="MsoNoSpacing" ><span style=";font-size:100%;" lang="ES-MX" ><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span>La gente que conocí en Karlsruhe, la vida que llevé, la persona en que me convertí, son parte de lo que sigo siendo hoy. Extrañar es recordar en positivo, en colores brillositos. Es querer repetir, darse cuenta de lo único que es un momento. Todo mi tiempo allá fue único y así lo extraño. Pero ante la pregunta de si lo extrañaba empecé a extrañar también el tiempo de antes de irme. Querétaro aquí sigue, yo aquí sigo, y estoy rodeado de gente que quiero muchísimo. Por otro lado, extraño Querétaros pasados, los que eran y que fueron, marcados por momentos que ahora se me hacen tan cortos, tan obvios y tan pasados…. El hoy de ayer está lleno de gente que también extraño, que no dejo de querer, que no deja de perseguirme, y que me ilumina el día con su recuerdo. La misma gente que hoy veo a mi alrededor, y que formaron parte de otro tiempo de este mismo lugar, los extraño y los quiero por lo que eran, además de por lo que son.<o:p></o:p></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></p><span style="font-family: trebuchet ms;font-size:100%;" ><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span> </span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span><p style="font-family: trebuchet ms;font-family:trebuchet ms;" class="MsoNoSpacing" ><span style=";font-size:100%;" lang="ES-MX" ><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span>Justo antes de irme de Karlsruhe, con el corazón hecho un enredijo caótico y la garganta seca, pensaba en lo idóneo del momento de mi partida, ya que de haberme quedado más tiempo lo habría hecho en una ciudad de fantasmas. Tenemos esa costumbre de dispersarnos y movernos, de unirnos y separarnos en medio de coincidencias inverosímiles, de cambiar cada segundo de nuestras vidas por uno nuevecito sin dejar ir el viejo segundo del todo.<o:p></o:p></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></p><span style="font-family: trebuchet ms;font-size:100%;" ><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span> </span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span><p style="font-family: trebuchet ms;font-family:trebuchet ms;" class="MsoNoSpacing" ><span style=";font-size:100%;" lang="ES-MX" ><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span>Hoy extrañé tantísimos momentos, a tantísimas personas. Reviví selectivamente el pasado, que no es más que la colección de todo lo que no nos está pasando ahorita mismo. Pensé en Karlsruhe, sí, pero también en Aswan, en Vienna, en Cancún, en Londres, en Meersburg, en La Rochelle, en Oaxaca, en Tequisquiapan, Custepec, San Clemente, Orlando, Puerto Aventuras, Jalcomulco.<o:p></o:p></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></p><span style="font-family: trebuchet ms;font-family:trebuchet ms;font-size:100%;" ><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span> </span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span><span style="font-family: trebuchet ms;font-family:trebuchet ms;font-size:100%;" lang="ES-MX" ><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span>He vivido tan bien, tantas cosas. Me asusta la posibilidad de olvidar algunas de ellas. Pero cada vez me asusta menos dejar atrás el presente. Sé que los momentos y las personas se quedan conmigo, y que siempre habrá algo de nuevo y de bueno escondido en mañana, que siempre puedo estar orgulloso de ayer y agradecido por hoy. No vale quedarse colgado, extrañando. Vale extrañar, y es justo hacerlo. Más aún, hay que hacerlo: recordar, revivir, pero no dejar a los recuerdos robarse el presente. Estamos generando nuevos momentos que añorar, estamos jugando a la cuerda floja entre el pasado y el presente. Pero estamos, sobre todo, aquí. Hoy te extraño y me extraño, hoy te quiero, hoy estamos. A todos los que han estado, y a todos los que están, mil gracias!</span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span>Pk'shttp://www.blogger.com/profile/01955313510409811061noreply@blogger.com0