25 de julio de 2007

Fast forward

Quien alguna vez en el pasado haya tropezado con este blog podrá concluir que hice trampa. Escribo dos tres cosas durante un período absurdamente corto, aprieto el botoncito de delete, y se acabó el asunto. Claro, lo más curioso de todo es que desde la concepción misma del blog había yo omitido el detalle ese de informarle a alguien que existía tal cosa como un blog mío, así que no fue muy notable la subsecuente desaparición de tan pobre publicación.

Y, ah, caray! Hoy, el blog está restablecido a su antigua gloria. Quien más me conozca tal vez no se sorprenda de saber que guardé una copia de mis desvaríos y hoy me tomé la molestia de restaurar la página a su antigua gloria. No fue difícil, creo que son 5 posts en total.

Curiosamente, aunque había tenido anteriormente el impulso de leer mis antiguos comentarios al respecto de, vaya, mi vida, me encontré con que posiblemente el evento más grande documentado en este blog era, precisamente, el de mi viaje a Texas a la entrevista con NI. Y los comentarios al respecto cesan justo la noche anterior a mi partida, sin tocar subsecuentemente el punto de qué rayos pasó. Sentado en mi sillón en mi depa en Austin, mientras oigo como se seca la ropa que apenas ahorita saqué de la lavadora, me puedo ver a mí mismo brincando de alegría por la invitación a la entrevista, puedo verme sentado en mi escritorio en el 117 de Paseo Constitución. Pienso en la cama sobre la que reposaba el sobre con mi oferta. Y derrepente resulta que ya llevo rato aquí
. La vida sigue, incontrolablemente. Han pasado demasiadas cosas desde entonces como para hacer un recuento razonable. Para acabarla de amolar, todo el asunto del pasado y el presente, los recuerdos, los eventos, son un tema con el que filosofo demasiado para mi propio bien, y no se trata de escribir un libro.

Se trata de darme a mí mismo la bienvenida a mi propio blog, y a la selecta (selectísima!) gente que lo lee, en el entendido de que más seguido vertiré una parte del enredoso contenido de mi cabeza en este, su humilde espacio.

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